Cuenta la leyenda que, Don Julián, quien era vigilante de la Isla de las Muñecas descubrió el cuerpo de una niña a la orilla del lago, por lo que desesperado hizo todo lo posible para salvarle la vida, sin embargo, la pequeña murió por causas extrañas y desconocidas.
Tras lo sucedido el señor vigilante se sentía atormentado y aseguraba que el espíritu de la niña había poseído a una de las muñecas, así Don Julián, para protegerse comenzó a colgar muñecas de todo tipo y tamaño alrededor de la laguna situada en Xochimilco.
Al paso del tiempo el hombre aseguraba que todas las muñecas estaban poseídas por espíritus infantiles, poco a poco el señor se fue convirtiendo en un ermitaño y comenzó a habitar en su isla, solo con las decenas de muñecas rotas y antiguas que recolectaba de la basura. Mucha gente aseguró que tal vez, él era el poseído debido a que cambió radicalmente su forma de ser tras lo sucedido.
Tiempo después Don Julián fue hallado sin vida justo en el mismo lugar donde él había encontrado a la niña que trató de salvar, algunos dicen que se sentía culpable por no haberla salvado y que por eso se había vuelto loco.
Después de la muerte de Don Julián, la isla se convirtió en uno de los atractivos principales de Xochimilco, la gente la visita para observar todas las muñecas que según la leyenda fueron colgadas por el señor vigilante. Hasta hoy la gente cuenta que las muñecas cobran vida por la noche, siendo esta la leyenda la que mantiene con vida turística a Xochimilco. Leyenda de internet
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